Actualmente, el estilo de vida moderno, nos obliga a tener una cantidad de compromisos que nos dejan poco tiempo para la relajación necesaria, y la recuperación indispensable de nuestra energía. La fatiga mental y física provocan una importante baja en el rendimiento cotidiano. Las presiones sociales, económicas, laborales, etc. inducen a un estado de tensión, que de no saber cómo sobrellevarlo, puede incidir en nuestra salud. Antes de tener que recurrir a un especialista, prueba lo siguiente:
- Programa tus actividades con tiempo suficiente para evitar las prisas.
- Organiza con anticipación los elementos necesarios para realizar tu labor, y evitar trastornos por la falta de los mismos.
- Alterna las tareas que sean repetitivas, evitando largos períodos de tiempo realizando rutinas.
- En la medida de lo posible, procura dedicar tiempo a acciones satisfactorias y relajantes.
- Evita o disminuye situaciones que te frusten o tensen.
- Obvio, descansa a la hora de dormir (hay muchos tips para evitar el uso de fármacos).
- Aliméntate sanamente y haz ejercicio (por lo menos camina 1/2 hora diariamente).
- Prepárate mentalmente a ver la vida con entusiasmo y optimismo.
- Si tratas de hacerlo todo tu solo, quizá no lo logres; mejor pide ayuda o delega a quien sea confiable.
- No te preocupes tanto, mejor ocúpate de lo que te estresa. La actitud positiva y la creatividad te ayudarán a solventar cualquier eventualidad.
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